viernes, 13 de abril de 2012

Túnel de Oriente

   
Aunque este megaproyecto de 800.000 millones de pesos ya alcanzó su primera fase, no se sabe con certeza si continúan los trabajos. El aparente culpable: una licencia ambiental que aunque otorgada en el año 2002 por Cornare (estamento ambiental elegido para tal cometido) mediante decreto 1753 de 1994, y derogada en el 2009 por el Tribunal Administrativo de Antioquia Sala Séptima a petición de los ambientalistas que afirman no estar de acuerdo con la obra ya que acabaría con la fauna y flora existente en el lugar. Pero además, por no haber garantías suficientes en los estudios ambientales realizados para prevenir este hecho.

El principal objetivo del túnel es unir el Valle de Aburrá (Medellín) con el Valle de San Nicolás (Santa Elena) para afrontar un problema de movilidad vehicular que, a futuro, se podría presentar. Se dice "a futuro" por el momento en que se gestó el proyecto: 1966. Hoy en día los dos valles están comunicados. Entonces, ¿para qué hacer un túnel y sacrificar el equilibrio ambiental y social que ancestralmente ha permanecido en el sector, el cual es rico en agua y otros tantos recursos?   

Opositores como Javier Márquez de la Corporación Penca de Sábila, creen que se trata de un negocio  "puro y duro. No encuentro otra explicación y hemos demandado al Ministerio Público y a la Superintendencia de Industria y Comercio que revise muy bien esta empresa y el contrato"; también, señala Márquez, de "un embeleco de empresas Antioqueñas, y amplia y falazmente defendido por la Sociedad Antioqueña de Ingeniería, que acudiendo a los más peregrinos argumentos regionalistas, como afirmar que quien ataca el Túnel ataca a Antioquia como si la región fuera un monolito y en ella los supremos intereses solo son defendidos por los industriales, los banqueros, los cementeros, los constructores, es decir por quienes han impuesto un modelo de desarrollo que no considera para nada los límites naturales, las prioridades vitales, como conservar el agua pensando no solo en el presente sino también en el futuro y en las futuras generaciones".

El contrato, ganado por licitación pública por la empresa Concesión Túnel de Aburrá Oriente S.A, fue firmado en 1997 sin existir licencia ambiental alguna. Sólo había en ese entonces estudios de prefactibilidad de la obra que como dicen sus contrincantes, no era suficiente para  ¿Pertenecerá al carrusel de las licitaciones?¿Y qué decir de la licencia ambiental? No existe una todavía y ya la obra alcanzó su segunda fase.

"Desde la perspectiva jurídica, - indica Máquez -  desde la perspectiva ecológica, esta obra no debe ser construida, explico porque: La resolución 0361 del Ministerio de Ambiente y desarrollo sostenible del 27 de diciembre de 2011 y que hemos puesto a circular ampliamente: “por la cual se asume la competencia del proyecto” conexión vial Aburrá oriente “en virtud de la facultad selectiva y discrecional consagrada en el numeral 10 del artículo 2 del decreto 3570 de 2011 y se ordena a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales – ANLA, expedir los actos administrativos  de suspensión de trabajos y actividades"."

"Estas operaciones - prosiguió - constructivas pueden provocar fracturamiento de la roca o corte de una zona acuífera lo cual puede causar cambios en la hidrología subterránea y/o superficial manifestado  a través de cambios en los niveles de los caudales de los drenajes de las quebradas superficiales y afectación de la zonas de recarga hídrica.  La ocurrencia de este tipo de afectaciones va en detrimento del objetivo de creación de la reserva Forestal Protectora Nacional del Río Nare".
 
Finalmente se ordenó la suspensión de la obra. Algunos dicen que esta situación sólo perjudica a la comunidad, porque, supuestamente, quien paga esa obra es la Concesión, entonces la comunidad ya no tendría esta via de acceso. El diputado Jorge Gómez comentó en audiencia pública de febrero de 2012 que el dinero lo aporta el Departamento de Antioquia y al contrario, la Concesión no contribuye económicamente. De todas formas, directa o indirectamente el dinero debe salir de la gente. Ahora o después. ¿O acaso a los productos que pasen por ese túnel no se les va a aumentar el precio para cargarles el valor del peaje que deben cobrar los de la Concesión para recuparar la inversión?

 Ahora está en manos de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales ANLA, un estamento que creó el Gobierno en 2011 para otorgar las licencias ambientales, decidir si sigue o no.

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